Cantemos
un himno nuevo al valor,
buscando
un ritmo bello de amor.
Al hombre que supo
audaz defender,
la Patria amada,
que le vio nacer.
Llenemos de amor y gloria,
al hombre que supo morir.
Abaroa es el sol de la gloria
que en los campos de muerte brillo,
pregonando canción de victoria
que el coraje su frente ciño.
Es por eso, que Eduardo Abaroa
irá en los pliegues del bello pendón
reflejando su imagen de gloria
palpitando su gran corazón.
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